Hasta mañana

Just another WordPress.com weblog

Piezas perdidas. marzo 25, 2009

Filed under: Uncategorized — shimatsuno @ 4:56 am

«¿A dónde van las palabras que no se quedaron?
¿A dónde van las miradas que un día partieron?
¿A dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿A dónde va la sorpresa, casi cotidiana del atardecer?
¿A dónde va el mantel de la mesa, el café de ayer?
¿Acaso nunca vuelven a ser? ¿acaso se van?
¿Y a dónde van? ¿a dónde van? «

 

60122770613_0_bg

Los amigos son como un rompecabezas en el cuerpo. Ganas amigos, mayor cantidad de piezas tiene el rompecabezas. Pero, cuando los pierdes, no se reduce el rompecabezas, simplemente queda un hueco, una pieza perdida, una amistad hecha polvo.

Hace unos días dije «adiós» para saludarte sólo con la mirada. Para ver desde lejos la pieza que he perdido. A la distancia me saludas, yo lo sé. Y a la distancia, yo también te digo «hola». Quisiera saber cómo estás y si necesitas mi ayuda. Yo creo que también necesito la tuya, en algunos momentos. Hay momentos donde sólo necesito nuestras bromas, nuestros chistes, nuestros recuerdos, incluso, nuestro silencio, pero silencio de amigos, no de extraños.

Eres una pieza importante en mi rompecabezas y no te necesito para simplemente armarlo.

Hace unos días perdí una pieza de mi rompecabezas.

Te extraño, amigo.

 

Tras la puerta. marzo 5, 2009

Filed under: Uncategorized — shimatsuno @ 3:21 am

¿Qué pasa cuándo te decepcionan? ¿Sientes que tu corazón deja de latir rápidamente y pasa a un BUM…………. BUM? ¿Las fuerzas se te van y te inundas en una arena movediza?

Hoy me decepcioné de tu gran promesa. Fue difícil para mi entender que tu sigues con tus cosas y con tu nueva familia, mientras que nosotras estamos aquí.

Colgó sus nuevos cuadros en esa pared… y el mio está ahí tras la puerta.

el-descanso-de-las-hojas

 

Un amor de aquellos.

Filed under: Uncategorized — shimatsuno @ 3:14 am

Un amor de aquellos. Un amor que amas. Un amor que te escuchó.

22

He vuelto a escribir. Los tiempos han cambiado. Ya cerré ese libro que tanto leía. Lo guardé en una extraña biblioteca, donde los libros se guardan con candados, porque ya pasan a una historia más del lugar. Recibí hace muchos días tu última llamada y hace un rato tu último mail. Fue tu última despedida. No respondí nada porque es, creo yo, lo mejor para los dos.

Hace ya unos cuantos días empezé a leer un nuevo libro. Nueva historia, nuevos personajes. Gracias por tu tiempo. Cada día que pasa te voy amando un poco más 🙂 Eres un amor de aquellos, q amo y m escuchó.